Al principio la casa necesitaba una importante renovación, sin embargo los propietarios decidieron derribarla e instalar una casa de campo prefabricada moderna como para una un fin de semana de vacaciones. Como querían derribarla, un bombero voluntario les preguntó si podían quemarla de manera controlada como si de un ejercicio de simulación y entrenamiento se tratase.
El reto era ofrecer un hogar con criterios de diseño e ingeniería perfecto, por lo tanto en un año se había comprado la tierra, se había diseñado, construido, y montado la nueva casa, el estilo de la casa es natural la cual está situada en 5 hectáreas de paisaje rural (tres de las cuales son prado abierto) los sistemas de construcción fueron diseñados con una simplicidad minimalista de graneros y granjas con el sabor de la campiña de Vermont
Los materiales que se utilizaron fueron especiales para soportar las temporadas de nieve, para ello se emplearon el barro, las baldosas de pizarra negra y madera de nogal, contando con un plan de piso abierto, un techo de nueve pies de altura, puertas extra grandes y con corredores amplios para que circulara el aire fresco.
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