Estas recamaras no están logradas por azar o casualidad, aquí se ha trabajado mucho y se ha llegado a una decoración que las transforma en verdaderos «paraísos».
- Colores neutros para una base tranquila: Si prefieres un ambiente sereno y relajante, elige colores neutros como blancos, cremas, grises o tonos suaves de beige. Estos colores son versátiles y fáciles de combinar con otros tonos.
- Agrega un toque de color con acentos: Una forma sencilla de añadir interés visual es mediante acentos de color. Elige un color que te guste y añádelo en pequeñas dosis a través de cojines, cortinas, mantas o accesorios decorativos. Esto crea puntos de interés sin abrumar la habitación.
- Combinación de colores complementarios: Si quieres un poco más de contraste en la habitación, considera usar colores complementarios. Estos son colores que se encuentran opuestos en la rueda de colores, como el azul y el naranja, o el verde y el rojo. La combinación de colores complementarios puede darle vida y energía a la habitación.
Observa la combinación de colores tanto de las paredes y cuadros como de los muebles, almohadas y cubrecama.
4. Colores tono sobre tono: Si prefieres una apariencia más suave y armoniosa, puedes optar por una combinación de colores tono sobre tono. Esto implica elegir un color base y luego usar diferentes tonalidades de ese color en la habitación. Por ejemplo, si eliges el azul como color base, puedes incorporar tonos más claros y más oscuros de azul en los elementos decorativos.
5. Ten en cuenta la iluminación: La iluminación es un factor importante a considerar al elegir los colores de la habitación. Si tienes mucha luz natural, puedes optar por colores más oscuros, ya que la luz los equilibrará. Por otro lado, si la habitación tiene poca luz natural, es mejor elegir colores claros para evitar que la habitación se sienta opresiva.